
Vivimos momentos de cambio, la tecnología
invade nuestro entorno y nos vemos obligados a adaptarnos a ello para poder
tener las comodidades que nos ofrecen, modificando nuestro día a día que va
desde enviar un Whatsaps a un amigo a escuchar música por Spotify a una
videoconferencia con un familiar que se encuentra en Londres. Esa idea de
realidad estática de tiempos pasados ha muerto, nos encontramos imbuidos en una
era de cambios que se retroalimentan que nos aportan beneficios pero como
contrapartida nos exigen una actitud más activa. Y esta idea la hemos de
aplicar a todos los ámbitos de nuestra vida, y en el empleo también.
Y en especial, en un momento de incertidumbre
del mercado de trabajo como el actual, en que adquiere vital importancia
nuestro desarrollo personal y profesional a lo largo de la vida, no podemos
rendirnos, y hemos de coger las riendas de nuestro futuro. Para ello es
esencial que nos enfrentemos a un proceso de reflexión que nos permita decidir
eficazmente qué expectativas laborales tenemos, cuáles son los requisitos que
exige el mercado laboral respecto a esta ocupación y valorar si necesitamos
mejorar nuestras capacidades para lograr nuestro objetivo laboral. Esta actitud
además de mejorar nuestra empleabilidad, y dotarnos de mayor conocimiento del
mercado de trabajo y de nosotros mismos, nos dará seguridad en nuestras
posibilidades y motivación, actitud esencial para lograr alcanzar el éxito en
nuestros retos de futuro.
Griselda Vergés (publicat FOREM-2016)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada